miércoles, 11 de marzo de 2009


“EL PASADO DE UN DÍA FUTURO”
Parafraseando el título del segundo disco de la banda de rock británica de los sesentas y setentas, Moody Blues “Days of future passed (1967)”

Miré hacia el techo despintado pensando en los millones de estrellas viajando a grandes velocidades a través del infinito y comparo lo que sucede cuando estamos caminando por la historia, sintiéndonos pequeños ante los acontecimientos que esta nos depara con cada día cuando anochece.

-Estoy tonto pensando en estas cosas-, me dije mientras me hundía entre las almohadas y la sábana; dejando tranquilos a los pensamientos, apagué la luz para dormirme. Con estas reflexiones y sueños de un día, Mario quedó profundamente dormido mientras la tormenta dejaba en claro que nada es para siempre, solo se permanece un instante.

Es difícil decir a ciencia cierta cuando arreció la lluvia, solo recuerdo que estaba dormido; fue como si de pronto alguien hubiera abierto la llave del agua ese ruido me despertó, saltando de un brinco hacia la ventana. Cerré los cristales maldiciendo, pero que haces cuando eres esa partícula diminuta llamada hombre que ve desde su habitación desplomarse el cielo en agua; simplemente nada.

-Ahora si me jodí… ya empezó a llover más fuerte-

Me dije resignándome a no ir al trabajo al día siguiente, sin embargo baje a la sala a ver como estaban las cosas; solo el silencio y la oscuridad estaban presentes; cada objeto ocupaba su lugar en el espacio.

Al día siguiente en la radio se decía que la tormenta mantenía bajo el agua varias comunidades de Tabasco y en la zona límite con Chiapas; cada año era la misma historia “la creciente”. Nada de lo que escuché o leí en el periódico me hizo cambiar de opinión.

-Aquí no nos pasa nada, estamos muy bien protegido por los bordos, Villahermosa está segura, carajo para que tanto alboroto-

A medida que las horas transcurrieron, las voces de mis compañeros de trabajo se fueron volviendo cada vez más alarmistas; se juntaban en los pasillos hablando de que estábamos dentro del Plan DN-III. Le pregunté a un amigo del trabajo que escuchaba las noticias por su teléfono celular y que causaba un gran bullicio con los demás, sobre las posibilidades de inundarnos, fue entonces cuando escuché por primera vez la palabra “contingencia”.

-Oye, entonces que pasa, ¿nos estamos yendo al agua?, ¿y que significa contingencia?-

-No lo sé, pero nos estamos inundando por todos lados-, las palabras resonaron en mi cabeza como si me hubieran disparado, sentí que un escalofrío me envolvía.

-¿Qué carajo será “contingencia”?-, me pregunte, qué significa, es malo, es bueno, o es un invento de este zonzo.

-Contingencia, no es lo mismo que inundación, la palabra significa “Posibilidad de que algo suceda o no”- me dijo una voz que se perdió en la distancia.

Desde ese momento en adelante no recuerdo como continuo el día, a veces entre los sueños veo como la lluvia cae en la calle y yo miro desde la ventana de la casa como poco a poco se van inundando las calles, la gente corre con maletas, con sus animales y bultos en la cabeza, mientras yo los veo tranquilamente.

En estos veo como se inunda la ciudad, como me sacan por los pelos unos soldados en una lancha mientras el agua de la lluvia me golpea la cara; nos llevan hasta un techo donde un helicóptero revolotea sobre nuestras cabezas, esta pesadilla queda por momentos sin sonido y miro a mi alrededor miles de caras mojadas que se arremolinan para entrar a un camión de redila donde nos trasladan a un refugio.

-¿Dónde están mis cosas, mis discos, mis libros…mis sueños, mi vida?, ¿Por qué estoy aquí, comiendo y bebiendo en el suelo?, ¿Qué me espera si no tengo a donde ir?...-

Me desperté y volví a escurrir entre las almohadas dejando que ellas me abrazaran; pensando en que tenía que hacer un organigrama de funciones en el trabajo mañana miércoles. Afuera los relámpagos anunciaron que llovería estruendoso en la Ciudad y más allá de ella.
Detrás de la aparente calma interior los hilos del agua penetraron por las habitaciones y de manera sorpresiva avasallaron cada centímetro cuadrado de piso. Afuera las enormes corrientes provocadas por la lluvia se adueñaron de las calles. Ese miércoles la ciudad de Villahermosa y su centro sucumbieron de manera súbita, al caer el primer saco del muro de arena, que los villahermosinos colocaron para salvar su ciudad.

Los acontecimientos por venir cimbraron fuertemente a Tabasco durante la inundación de noviembre del 2007 y por espacio de varios días fuimos algo más que la nota principal de los noticieros y diarios de México y del mundo.

V I C T O R O L Á N
28 de julio del 2008

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